Método
Paso 1. Triturar la cebolla, el ajo y el jengibre con un chorrito de agua en un procesador de alimentos o licuadora.
Paso 2. Caliente 2 cucharadas de aceite en una cacerola de base pesada a fuego medio hasta que esté caliente. Agrega el puré de cebolla y la guindilla al aceite con una pizca generosa de sal. Freír durante unos 6-8 minutos, revolviendo con frecuencia, o hasta que se seque y comience a colorear.
Paso 3. Mezcle las especias y el azúcar en un tazón pequeño. Espolvoree aproximadamente la mitad sobre la mezcla de cebolla y revuelva bien. Cocine a fuego reducido durante 2-3 minutos.
Paso 4. Batir el caldo y la leche de coco. Lleve a ebullición, reduzca a fuego lento y cocine a fuego lento muy suavemente.
Paso 5. Mientras tanto, precaliente el horno a 190C (375F). Frote las pechugas de pollo con la mezcla de especias restante. Colocar en una bandeja para asar, sazonar y rociar con el aceite restante.
Paso 6. Ase durante unos 25-35 minutos hasta que se doren y estén bien cocidos (las partes más gruesas deben registrar al menos 74 ° C o 165 ° F en un termómetro para carne).
Paso 7. Una vez que el curry se haya espesado hasta obtener la consistencia deseada, retírelo del fuego. Cubra hasta que se necesite.
Paso 8. Retire el pollo del horno cuando esté listo y cúbralo sin apretar con papel de aluminio. Dejar de lado. Mientras tanto, vuelva a hervir el curry a fuego medio y agregue los guisantes y el bok choy. Tape y cocine por 2-3 minutos hasta que las verduras estén tiernas. Sazone al gusto.
Paso 9. Divida el curry en tazones. Corta las pechugas de pollo por la mitad y sírvelas encima del curry.
Para 4 personas
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